One of my more enjoyable experiences as bishop is visiting our Catholic schools. One of my favorite questions upon entering a classroom is to ask the students, “What do you like about your school?” The answers are varied and beautiful. Many of the students will point with gratitude to their teachers, fellow students and sense of community, or tell me of a favorite subject. The most consistent answer that I receive is that these young people love being in a school where they can learn about Jesus, grow closer to God, and participate in Mass. They like that they are not just going to any school, but a Catholic school.
As I write this column, we are wrapping up Catholic Schools Week. This is an opportunity for us to savor and celebrate the blessings of our Catholic schools. I offered Mass at each of our three Catholic high schools which included some participants from neighboring grade schools. In addition to our high schools (Bishop Noll Institute in Hammond, Andrean High School in Merrillville, and Marquette Catholic High School in Michigan City), we have 17 Catholic grade schools in the Diocese of Gary.
Our schools support families in raising their children in the faith. We offer a vision of the human person as one with an eternal destiny in Christ and the responsibility to love our neighbors. One of our consistent priorities arising from Synod 2017 and Synod 2022 is a concern for our young people. We want to instill in the next generation the gift of faith. Our Catholic schools help us to fulfill that mission of sharing Christ with young people and their families.
There are many ways to encourage and support families, but we have a privileged opportunity to do so through our Catholic schools. In Indiana, we are blessed with the choice scholarship program that makes our Catholic schools accessible and financially feasible for families seeking a Catholic school education (nwichoicescholar.org). If you or someone you know is interested in a Catholic school education, I urge you to review this remarkable opportunity in Indiana for parents to choose Catholic schools and receive the financial support to make that a reality.
As we celebrate our Catholic schools, here are some words from the National Catholic Education Association regarding the theme for this year:
(Our) theme is “Catholic Schools: Faith. Excellence. Service.” Catholic schools have a specific purpose to form students to be good citizens of the world, love God and neighbor and enrich society with the leaven of the gospel and by example of faith.
As communities of faith, Catholic schools instill in students their destiny to become saints. Academic excellence is the hallmark of Catholic education intentionally directed to the growth of the whole person – mind, body and spirit. Finally, service is fundamental to Catholic education and the core of Catholic discipleship. Service is intended to help form people who are not only witnesses to Catholic social teaching, but also active participants through social learning.
Please pray for our students, families, faculty, staff of our Catholic Schools…and consider how you can share the good news of a Catholic school education with families looking to support their children in becoming saints.
Your servant,
Most Reverend Robert J. McClory
Bishop
Diocese of Gary
¿Qué le gusta de su escuela católica?
Una de mis experiencias más agradables como obispo es visitar nuestras escuelas católicas. Una de mis preguntas favoritas al entrar a un salón de clase es preguntarles a los alumnos: "¿Qué les gusta de su escuela?". Las respuestas son variadas y hermosas. Muchos de los alumnos señalan con gratitud a sus profesores, a sus compañeros y al sentido de comunidad, o me hablan de su materia favorita. La respuesta más constante que recibo es que a estos jóvenes les encanta estar en una escuela donde pueden aprender sobre Jesús, acercarse más a Dios y participar en la Misa. Les gusta no ir a una escuela cualquiera, sino a un escuela católica.
Mientras escribo esta columna, estamos terminando la Semana de las Escuelas Católicas. Es una oportunidad para disfrutar y celebrar las bendiciones de nuestras escuelas católicas. Ofrecí Misa en cada una de nuestras tres escuelas secundarias católicas, que incluyó a algunos participantes de las escuelas primarias vecinas. Además de nuestras escuelas secundarias (Bishop Noll Institute en Hammond, Andrean High School en Merrillville, y Marquette Catholic High School en Michigan City), tenemos 17 escuelas primarias católicas en la Diócesis de Gary.
Nuestras escuelas apoyan a las familias para que eduquen a sus hijos en la fe. Ofrecemos una visión de la persona humana como alguien con un destino eterno en Cristo y la responsabilidad de amar a nuestro prójimo. Una de nuestras prioridades constantes derivadas del Sínodo 2017 y del Sínodo 2022 es la preocupación por nuestros jóvenes. Queremos inculcar en la próxima generación el don de la fe. Nuestras escuelas católicas nos ayudan a cumplir esa misión de compartir a Cristo con los jóvenes y sus familias.
Hay muchas maneras de animar y apoyar a las familias, pero tenemos una oportunidad privilegiada de hacerlo a través de nuestras escuelas católicas. En Indiana, somos bendecidos con el programa de becas de elección que hace que nuestras escuelas católicas sean accesibles y financieramente factibles para las familias que buscan una educación en una escuela católica (nwichoicescholar.org). Si usted o alguien que usted conoce está interesado en la educación en una escuela católica, le animo a que revise esta notable oportunidad en Indiana para que los padres puedan elegir las escuelas católicas y recibir el apoyo financiero para hacer eso una realidad.
Mientras celebramos nuestras escuelas católicas, he aquí algunas palabras de la Asociación Nacional de Educación Católica sobre el tema de este año:
(Nuestro) tema es "Escuelas Católicas: Fe. Excelencia. Servicio". Las escuelas católicas tienen el propósito específico de formar a los alumnos para que sean buenos ciudadanos del mundo, amen a Dios y al prójimo y enriquezcan la sociedad con la levadura del Evangelio y con el ejemplo de la fe.
Como comunidades de fe, las escuelas católicas inculcan a los alumnos su destino de llegar a ser santos. La excelencia académica es el sello distintivo de la educación católica dirigida intencionadamente al crecimiento de toda la persona: mente, cuerpo y espíritu. Por último, el servicio es fundamental para la educación católica y el núcleo del discipulado católico. El servicio está destinado para ayudar a formar personas que no sólo sean testigos de la enseñanza social católica, sino también participantes activos a través del aprendizaje social.
Por favor, oren por nuestros estudiantes, familias, profesores, personal de nuestras Escuelas Católicas... y consideren cómo pueden compartir las buenas nuevas de una educación escolar católica con las familias que buscan apoyar a sus hijos para que se conviertan en santos.
Tu siervo,
Reverendísimo Robert J. McClory
Obispo
Diócesis de Gary