Dear Brothers and Sisters,
Since March of last year, due to the outbreak of the COVID-19 pandemic, all Roman Catholics throughout the state of Indiana have been dispensed from the obligation to attend Mass on Sundays and Holy Days of Obligation.
With the decrease of COVID-19 cases in our state, a widespread availability of vaccines, and guidance of public health officials, the bishops agreed that we can safely accommodate more parishioners for Masses and lift the dispensation.
This is a time of great joy, as we have longed to more fully worship together, in celebrating the Eucharist at Mass.
Effective June 11, the Solemnity of the Most Sacred Heart of Jesus, the general dispensation from the obligation to attend Mass is lifted throughout the state of Indiana.
There will be some circumstances where some of the faithful may continue to be dispensed from the obligation to attend Sunday Mass.
I encourage you to reach out to your parish with any questions you have about specific needs, concerns or safety protocols. Your pastor, who has the authority to dispense in individual cases, will be most helpful in addressing specific concerns.
Some circumstances where dispensation will remain applicable include
- Those who are seriously ill, exhibit flu-like symptoms and/or may have a contagious disease.
- This includes the need to quarantine due to exposure to contagious disease.
- Those who are unable to attend Mass through no fault of their own.
- An example would be - having no means of transportation.
- Those who are homebound or incapacitated due to age, infirmity, or other medical restrictions.
- Those who have compromised health conditions or are at high risk of contracting the coronavirus.
- Those who are caretakers of persons who are sick or of persons at high-risk of serious illness if they contract the coronavirus.
The celebration of the Eucharist at Mass is the source and summit of our life and mission as Catholics. The transition to a normal rhythm of our faith life is a cause for joy. We still need to be prudent and patient with each other as we enter this new phase. I am grateful for our pastors and parish leaders who continue to serve so faithfully during these days to meet the needs of our parishioners. Please join me in continuing to ask the Holy Spirit for hope and healing during these days.
Sincerely yours in Christ,
Most Reverend Robert J. McClory
Bishop
Diocese of Gary
Queridos hermanos y hermanas,
Desde marzo del año pasado, debido al estallido de la pandemia COVID-19, todos los católicos romanos en todo el estado de Indiana han sido dispensados de la obligación de asistir a misa los domingos y Días Santos de Obligación
Con la disminución de casos de COVID-19 en nuestro estado, una amplia disponibilidad de vacunas y la orientación de los funcionarios de salud pública, los obispos acordaron que podemos acomodar de manera segura a más feligreses para las misas y levantar la dispensación.
Este es un momento de gran alegría, ya que hemos anhelado adorar juntos más plenamente, al celebrar la Eucaristía en la Misa.
A partir del 11 de junio, la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, se levanta la dispensa general de la obligación de asistir a Misa en todo el estado de Indiana.
Habrá algunas circunstancias en las que algunos fieles seguirán estando exentos de la obligación de asistir a la misa dominical.
Le animo a que se comunique con su parroquia con cualquier pregunta que tenga sobre necesidades, preocupaciones o protocolos de seguridad específicos. Su pastor, que tiene la autoridad para dispensar en casos individuales, será de gran ayuda para abordar inquietudes específicas.
Algunas circunstancias en las que la dispensa seguirá siendo aplicable incluyen:
1. Aquellos que están gravemente enfermos, presentan síntomas similares a los de la gripe y / o pueden tener una enfermedad contagiosa.
- Esto incluye la necesidad de poner en cuarentena debido a la exposición a enfermedades contagiosas.
2. Aquellos que no pueden asistir a Misa por causas ajenas a su voluntad.
- Un ejemplo sería: no tener medios de transporte.
3. Aquellos que están confinados en casa o incapacitados debido a la edad, enfermedad u otras restricciones médicas.
4. Aquellos que tienen condiciones de salud comprometidas o están en alto riesgo de contraer el coronavirus.
5. Quienes cuiden de personas enfermas o de alto riesgo de enfermedad grave si contraen el coronavirus.
La celebración de la Eucaristía en la Misa es la fuente y la cumbre de nuestra vida y misión como católicos. La transición a un ritmo normal de nuestra vida de fe es motivo de alegría. Todavía tenemos que ser prudentes y pacientes unos con otros al entrar en esta nueva fase. Estoy agradecido por nuestros párrocos y líderes parroquiales que continúan sirviendo tan fielmente durante estos días para satisfacer las necesidades de nuestros feligreses. Por favor, únase a mí para continuar pidiendo esperanza y sanidad al Espíritu Santo durante estos días.
Sinceramente tuyo en Cristo,
Reverendísimo Robert J. McClory
Obispo
Diócesis de Gary