Nota: para la traducción en español, ver abajo
Dear brothers and sisters in Christ,
Back in 2011, I led a pilgrimage to the Holy Land with seminarians, an experience both beautiful and profound. Many spiritual commentators call Israel the “Fifth Gospel” because visiting the places made holy by the Lord’s presence makes the life of Jesus come alive in living color. The highlight of the pilgrimage was visiting the Church of the Holy Sepulcher which contains both the place of Jesus’ crucifixion and resurrection. I was surprised to learn that the place of Jesus’ death was just a few steps away from His tomb, but it makes sense when you think of the logistics of burying those executed on that hill of death called “The Place of the Skull.”
Just as only a few steps lead you from Golgotha to the Holy Sepulcher, so too, Good Friday is only three days apart from Easter Sunday; only a few years separate us in this present moment from the glory of eternal life. To move from despair and pain to hope and new life only requires a fresh encounter with God now. Suffering and glory, pain and healing, sorrow and joy, darkness and light are all so proximate to each other at times that they can get rolled up together; they can almost resemble each other in our human experience. John the Evangelist understood this well, for when he gazed upon the crucified Jesus in all of that horror, he already saw the glory of God made manifest. Jesus crucified is already Jesus glorified.
My deepest prayer is that each of you experience the joy, love, peace and salvation of the risen Christ! When you suffer loss or pain, when darkness seems to have filled every corner of your soul, when God feels far away and silent, when Easter does not seem real, remember it is only a few steps from the cross to the resurrection, only a few days from Good Friday to Easter Sunday, only a few years from now to eternal life, only a blink of an eye before the Lord will show His merciful face again.
In God’s timelessness, 2,000 years is just a nanosecond, so wasn’t it just the day before yesterday that Mary Magdalene ran down the path to breathlessly tell the dazed Apostles that the tomb was empty? Didn’t Pentecost, in all the fiery power of the Holy Spirit, just happen a couple of hours ago? Let the eternal youth of God and the Church rejuvenate your spirit in this glorious Easter season. The mission is just beginning and we are a part of it. Have a glorious Easter!
Yours in the Risen Christ
Bishop Donald J. Hying
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
En 2011, encabecé una peregrinación a la Tierra Santa con los seminaristas, una experiencia bella y profunda. Muchos comentaristas espirituales llaman a Israel el "Quinto Evangelio" porque visitando los lugares hechos santificós por la presencia del Señor hace que la vida de Jesús viva en colores vivos. El punto culminante de la peregrinación estaba visitando la iglesia del Santo Sepulcro que contiene tanto el lugar de la crucifixión y resurrección de Jesús. Me sorprendí al saber que el lugar de la muerte de Jesús estaba a pocos pasos de su tumba, pero tiene sentido cuando usted piensa en la logística de enterrar a los ejecutados en la colina de la muerte llamada "El Lugar del Cráneo."
Tan solo unos pasos llevan del Gólgota al Santo Sepulcro, así también, el Viernes Bueno es sólo tres días aparte de Pascua; sólo unos pocos años nos separan en este momento presente de la gloria de la vida eterna. Para mover de dolor y desesperación a la esperanza y nueva vida sólo requiere ahora un nuevo encuentro con Dios. Sufrimiento y gloria, dolor y cicatrización, tristeza y alegría, la oscuridad y la luz son todos tan próximos a uno al otro a veces que puede conseguir enrolladas juntos; puede casi se asemejan en nuestra experiencia humana. Juan el Evangelista lo entendió bien, para cuando miraba a Jesús crucificado en todo ese horror, ya vio la gloria de Dios manifieste. Jesús crucificado es ya Jesús glorificado.
¡Mi oración más profunda es que cada uno de ustedes experimente la alegría, el amor, la paz y la salvación de Cristo resucitado! Cuando ustedes sufren pérdida o dolor, cuando la oscuridad parece llenar todos los rincones de su alma, cuando Dios se siente muy lejos y en silencio, cuando Pascua no parece real, recuerden que es sólo unos pasos de la cruz a la resurrección, sólo unos pocos días de Viernes Bueno a domingo de Pascua, sólo unos pocos años a partir de ahora a la vida eterna, solamente un abrir y cerrar de ojos antes de que el Señor nuevamente demostrará el rostro misericordioso.
¿En la eternidad de Dios, 2,000 años es sólo un nanosegundo, así que no sólo anteayer que Maria Magdalena corría por el camino a decir sin aliento a los apóstoles aturdidos que la tumba estaba vacía? ¿No Pentecostés, en toda la potencia de fuego del Espíritu Santo, sólo pasa hace un par de horas? Deje que la juventud eterna de Dios y la iglesia rejuvenezcan su espíritu en esta temporada gloriosa de Pascua. La misión está recién comenzando y somos parte de ella. ¡Tengan una Pascua gloriosa!
Suyo en Cristo resucitado
Obispo Donald J. Hying